lunes, 26 de enero de 2009

El monstruo de los Andes...

Tolmia, Colombia. 1949. En guerra civil es dificil vivir.

Pedro, el séptimo de 13 hermanos.
Madre prostituta.
Cuadro costumbrista.
Ella le había puesto Pedro, por el apóstol.

Con su madre tuvo un encuentro. Fue en invierno. Pedro sólo tenía 8 años. Su hermana, María, siete. Al parecer su madre los había encontrado a ambos mientras Pedro, como el nombre del apóstol, la obligaba a que lo masturbara. Ya habían tenido relaciones un par de veces.
La mujer fue irrevocable.
Lo expulsó del paraiso.

A los meses de vagar por las calles de Tolmia, un viejo le da asilo en su casa.
Imaginemos lo que pasó:
El viejo acarició a Pedro. Lo ató y luego estuvo sodomizándolo un buen rato.
Todo se paga en la vida.

Huyó, cuando pudo hacerlo, y así llegó a Bogota. Lleno de odio.

En 1969, por cortar autos, es arrestado. 7 años de prisión.
4 viejos lo violan.
Pedro tenía 18 años.
2 semanas más tarde, asesina a los 4 presos que lo habían violado.
Cuestión de actitud.

Todo el acercamiento que el muchacho tenía con el sexo femenino era por medio de revistas pornográficas y el orificio anal de algunos muchachos.
Su cabeza estaba podrida.

En 1978, reconoce ante el estado peruano, haber violado 100 mujeres de entre 7 y 75 años.
Su blanco preferido son las mujeres de las tribus de los Andes.
Ellas bajan a los ríos en la noche y allí realizan sus rituales y también se bañan. Pedro prefiere el color de su piel.
En ese mismo año, mientras intentaba violar a una pequeña de 9 años, un grupo de hombres lo encuentra y lo tortura durante 3 días seguido.
Lo entierran vivo.
El muerto resucita.
Un norteamericano lo encuentra y lo entrega a las autoridades pero estas lo deportan a Ecuador.

En 1980 encuentran el cuerpo de 72 muchachas en los bosques de Ambato, Ecuador. El silbido del pueblo se amontona en las calles. El nombre de Pedro es el murmullo de: "El monstruo de los Andes".
Cuando lo apresan, un cura es mandado a ganar su confianza.
Después de horas de confesión, la conclusión de Pedro es la siguiente:
"A mí me caen bien las muchachas de Ecuador: son más dóciles, más confiadas e inocentes, no son como las muchachas colombianas que sospechan de extraños."

Desde 1980, Pedro está en prisión, aislado. Completamente solo.

El último cura con el que conversó, sugirió un exorcismo.
La iglesia lo negó repetidas veces.
El cura siguió exigiéndolo.

Según Pedro, o la voz que está dentro de él, dentro suyo habitaría el Demonio Asmodeo, poseedor de 72 legiones demoníacas. Según Pedro, el demonio Múlciber, o más conocido como: Satán
Lucifer
Belcebú
Satanas
Mefistófeles
Legión
y otros
le habla de su plan de gobierno sobre el mundo.
El cura ha repetido muchas veces se lo exorcice.

Pedro, "El monstruo de los Andes", aún está vivo, tal vez aguardando su final. Contemplando otoño tras otoño el fin de los días.

Próxima entrega: La sociedad Henry Lee Lucas- Ottis Toole.