lunes, 30 de marzo de 2009

Con ustedes, El empalador de carne, pasen y lean...

Sur de Rumania. Región de Valaquia. 8 de noviembre de 1431, mañana fría y oscura. Nace Vlad III.
En Transilvania lo conocen como El empalador y así lo conoceran.

Lider que luchó por la independencia de su país en la Europa Oriental del siglo XV. El trono siempre se le escapó de las manos pero el pellejo de sus enemigos no.
Vladislaus III ha sabido manejar a los rehenes, botines de guerra. Supo pelear contra un ejercito de 150.000 turcos, al mando de una tropa de 300 hombres, en esa batalla la muerte le sonrió. Pero no queremos pensar en sus actos heróicos.
Hay algo más.

Su noción de la justicia hacía temer en aquellos tiempos: medioevo. ¿Quién podía asustarse en el medioevo?

El dolor está en la carne
Como su apellido lo indica, Tepes, el empalamiento era su técnica favorita.
Pasos a seguir para empalar, vía Vlad III:
Primer paso:
-Conseguir un palo sin punta, de una longitud de tres metros y medio a cuatro.

Segundo paso:
-Introducirlo por el ano, la vagina o la boca, fijarlo a la carne con un clavo de unos treinta centimetros.

Tercer paso:
-Levantar el poste para que la víctima aprenda del castigo... Si es que vive.

Conclusión:
El peso del cuerpo comienza a descender mientras el clavo atravieza la carne y corta la piel. Notese que al descender el cuerpo, en la zona de bifurcación de las piernas el descenso termina.

Así, Vlad III supo castigar a ladrones, asesinos, familias enteras compuestas por bebés. Siete años durós su reinado más extenso, sin interrupciones.
Cada mañana, al levantarse, corría las cortinas de seda y se encontraba con hombres, mujeres y niños empalados. Esa era su campiña. Los cuerpos que hedían formaban una neblina que no dejaba ver más allá.

La leyenda
Vlad III fue uno de los tres hijos legítimos de Vlad Dracul (Dracul significa Demonio para los alemanes ya que el término significaría Dragón pero al no poseer dragones la mitología alemana, derivó al término de Demonio) A los trece años, junto con su hermano, fue apresado para que su padre se entregue. Eso no pasó y entonces lo criaron en el palacio turco mismisimo Murat II para evitar una traición. Su hermano escapó pero él no.
Siete años después escapa.

El retorno al hogar encuentra que a su padre lo han matado a palos y a su hermano le han quemado los ojos con un hierro candente y lo han enterrado vivo. Los Boyardos ordenaron dicho procedimiento. Los Boyardos serán sus enemigos más odiados.

Entre 1456 y 1462 empaló más de ciento cincuenta mil personas.
Pueblo que ocupaba, pueblo que empalaba.

Los musulmanes y los cristianos le decían: El maldito. Nadie quería negocios con él, pero todos, a escondidas, lo buscaban.

El bosque de los empalados
El día de San Bartolomé, Vlad III hizo empalar a treinta mil personas. Las mujeres gritaban mientras el clavo comenzaba a cercenar sus vaginas. Los bebés lloraban sangre. Los hombres gemían. Nadie moría, todos sufrían.
Vlad culminó esta fiesta negra prendiendo fuego a los agonizantes seres.

Los que sobraban para el banquete, el resto de carne que no había dispuesto del empalamiento, lo mandó a matar a cuchillazos. En uno de los cuerpos se contaron, y esto ha sido registrado, setecientas ventiseis puñaladas.

Vlad, el castrador
Hubo cierta anécdota que cuenta que un hombre lo encontró a Vlad III enmarañado con tres jóvenes en una reyerta amorosa. El espía fue descubierto y entonces Vlad lo atrajo hacia él. Lo desnudó y mientras lo penetraba hizo que uno de sus sirvientes lo castrara. Notese que este hecho fue mientras el espía tenía el pene erecto.

Vlad, el embustero
Una tarde en que preparaba una celada al ejercito turco, no tuvo mejor idea que camuflarse. Hizo despellejar a cien negros y se cien soldados suyos vistieron esa piel.

Vlad, el estadista
Supo diezmar la pobreza de su reinado, liquidando terminalmente a los mendigos que había en ella. Les cortaban el cuello y los ponían boca abajo, así la sangre caía en una especie de pileta donde Vlad solía darse sendos chapuzones.

Vlad, el amante
Una tarde, una de sus amantes le dijo que quería más placer. Vlad tuvo una idea vanguardista. Colocó dos ganchos en cada labio de la vagina de la mujer y luego le insertó un hierro candent. Sólo atinó a preguntarle si le gustaba...

Simplemente Vlad Tepes
Hace muy poco han nombrado a Vlad III como héroe nacional. Dicen que la historia del vampirismo en Vlad es falsa.

Pruebas de falsedad:
-Mantuvo con el proteccionismo a su país
-Fue moralizante
-Luchó contra el invasor.
-Controló la pobreza.

Pruebas que aseguran que Vlad fue un vampiro:
-Iniciado en la Vlad Draecul.
-Bebía la sangre de sus víctimas.
-Se bañaba en la sangre de sus víctimas.
-Comía la carne de sus víctimas.
-Penetraba a los cuerpos sin vida.
-Dormía de día, vivía de noche. (Una vez hizo una fogata con centenares de cuerpos para que la noche se hiciera día)
-Realizaba misas negras con el fin de que los demonios le dieran el poder de traer al hijo de satán al mundo.
-Nunca encontraron su cuerpo. Dicen que nunca murió.

Vlad III es uno de los criminales que ha tenido mayor relevancia en el futuro. Su nombre ha quedado plasmado en el devenir.
Tepes ha sido uno más de la larga lista.

Próxima entrega: Herman Webster Mudget, alias "El doctor torturador"