sábado, 31 de julio de 2010

La última gota de sangre

Esta es la última gota de sangre
que derramo.

Tengo muchas cosas que aprender
pero no más,
no más de esto.

Tal vez tu y yo no creemos las cosas
que vimos
y las cosas se vuelven dificiles
cuando no tienen sentido.

Quizás pueda ver,
sí,
nadie sabe cómo va a ser,
ni dónde vas a estar
o
si voy a encontrarte del otro lado de la puerta.
Otro alivio
es que sigo ensayando la forma
de buscarte en mi absurdo.
Sí, lo dijimos en la noche,
una buena parte de mí
se fue al carajo.
No quiero cine de enamorados.

Sí, se nos sigue desangrando la llave
de la cocina,
y aquella vez que el papel del baño
atascó el inodoro.
¿Cómo explicarte que no fue mi culpa?

Entonces, ¿qué sucede con vos?
"Hay días que en tú sacrificio
acaricio tu fantasma"

Yo tampoco sé si lo que escribo
realmente nos hace falta,
pero entiendo
que es la última gota de sangre
que derramo.

Tal vez tu y yo no creemos las cosas
que vimos,
me parece que espero demasiado
porque en este lugar
no queda más nadie.

No voy a conseguir licor,
ni juancito caminador,
me siento mal
y no hay fianza que pagar.

Yo sé que lo que escribo
ya no hace falta,
pero es el tiempo
lo que garantiza
tu ausencia.

Esta es la última gota de sangre
que derramo.
Quiero llegar al Oeste.